Crítica de 'Boyhood (Momentos de una vida)': Experimento fallido

'Boyhood', una de las cintas más aclamadas de este año, es un recorrido por la vida de Mason, un niño de seis años, hasta que alcanza la mayoría de edad. La película intenta recrear las diferentes experiencias vitales que se producen durante dicho período de tiempo, muchas de las cuales hemos experimentado nosotros también: problemas familiares, mudanzas, primer día de instituto, cambio de amigos, primeros amores y desamores... Se puede decir que el film pretende que hagamos un recorrido por nuestra propia vida a través de las vivencias de su protagonista. Como curiosidad, el director de la cinta, Richard Linklater, tardó nada menos que 12 años, repartidos en 39 días, en completar su rodaje. De este modo, no necesitó recurrir a cambios en el reparto ni a ningún tipo de maquillaje, ya que los cambios físicos de los personajes son totalmente reales. La premisa, como veis, resulta bastante innovadora e interesante, pero lamentablemente no hay mucho más donde rascar.

La película no tiene una historia ni un guion establecido. Esto no lo digo a modo de crítica, ya que el resultado podría haber sido fantástico si se hubiera suplido esta ausencia con otras cosas. El principal problema de 'Boyhood' es que no ocurre prácticamente nada, es todo demasiado cotidiano y se ve reducido a una sucesión de escenas de dudoso interés para el espectador que únicamente muestran el transcurrir del tiempo. Si a esto le sumamos su excesiva duración, nos quedan casi tres horas de... nada. Por compararla con otra película reciente, en 'La vida de Adèle' también hay un tramo dedicado a presentarnos y mostrarnos el día a dia de la protagonista, pero lo hace a modo de introducción, ya que hay una historia de fondo. Aquí solo hay algunos momentos puntuales en los que parece que va a suceder algo importante, pero nuestras esperanzas se apagan cuando esas situaciones se resuelven enseguida de manera atropellada para volver a caer en la monotonía argumental que rodea al film. Al final, lo único que nos mantiene mínimamente atentos a la pantalla es la curiosidad por observar cómo los personajes se van haciendo mayores.

Una de las pocas cosas que me ha gustado de la cinta es la cantidad de guiños culturales que nos sitúan en el momento en que fueron rodadas las escenas en cuestión. Por ejemplo, en el primer tramo de la película podemos ver a Mason jugando con una Game Boy Advance y asistiendo al lanzamiento de uno de los libros de Harry Potter, a su hermana Samantha cantando el Oops!... I Did It Again de Britney Spears, el entusiasmo provocado durante la campaña electoral de Obama en 2008, etc. También me ha gustado la gran selección musical de Linklater, con grupos como Coldplay, Arcade Fire, The Hives o Phoenix. En cuanto al reparto, solo destacaría a Patricia Arquette y a Ethan Hawke, que son los únicos que transmiten ciertas emociones en determinados momentos. Por el contrario, el protagonista, Ellar Coltrane, es bastante sosete y mantiene una actitud impasible durante todo el film, además de ir perdiendo gracia a medida que crece.

Para finalizar, valoro el esfuerzo de Linklater por intentar realizar una película que abarque algo tan complejo como la niñez y la adolescencia de una manera tan fiel, pero lamento decir que el experimento no le ha salido del todo bien esta vez. Si todo el mundo está hablando maravillas de ella no dudo de que tendrá sus virtudes que quizá no he sido capaz de apreciar, pero soy de la opinión de que para ver situaciones cotidianas ya está la vida real, cuando voy al cine espero ver algo de "magia" y experimentar sensaciones que de otro modo no puedo sentir, y eso no me lo ha dado 'Boyhood'.

Mi reacción tras ver 'Boyhood (Momentos de una vida)':