El caso de 'El planeta de los simios' es bastante curioso. A la película original de 1968, uno de los grandes clásicos de la ciencia ficción, le siguieron cuatro pésimas secuelas que acabaron quemando la saga y dejándola caer en el olvido durante casi tres décadas: 'Regreso al planeta de los simios' (1970), 'Huida del planeta de los simios' (1971), 'La rebelión de los simios' (1972) y 'Batalla por el planeta de los simios' (1973). En 2001, el siempre peculiar Tim Burton intentó resucitar la franquicia con un remake de la cinta original, pero este resultó ser un ñordo de tales dimensiones que acabó hundiéndola todavía más. Parecía que la saga de los monos estaba condenada al fracaso. Tuvo que pasar una década más para que la Fox decidiera volver a intentar relanzarla, esta vez con 'El origen del planeta de los simios' (2011), y aquí fue donde se obró el milagro. La nueva versión dirigida por Rupert Wyatt fue una de las sorpresas de aquel verano y demostró que, con buenas ideas y saber hacer, esta saga aún tenía muchas cosas que ofrecer.
Tres años han pasado para que podamos disfrutar de 'El amanecer del planeta de los simios', dirigida esta vez por Matt Reeves, director de la interesante 'Monstruoso' (2008) y, lo cierto es que, lejos de decepcionar, no ha hecho más que confirmar las buenas sensaciones dejadas por la anterior película, llegando incluso a superarla. La historia transcurre diez años después de 'El origen' y nos presenta un futuro apocalíptico en el que la raza humana se encuentra al borde de la extinción a causa de un virus mortal. Los pocos humanos supervivientes han firmado una pequeña tregua con una nación de simios genéticamente evolucionados encabezada por César; sin embargo, la guerra entre ambos bandos parece inevitable. Esta secuela, como deja entrever su sinopsis, es mucho más grande y épica que su predecesora, pero no solo en lo que a acción y espectáculo se refiere, sino también en cuanto a profundidad y carga emocional. Y es ahí donde radica su éxito, en saber combinar estos elementos de manera que consigue que el espectador se lo pase pipa durante dos horas y, al mismo tiempo, piense y sepa que le están contando una historia. No va a lo fácil, que sería apostarlo todo a sus efectos especiales, los cuales son realmente asombrosos, sino que decide arriesgarse e ir más allá, y esta fórmula, cuando hay trabajo y talento detrás, no suele dar malos resultados.
En cuanto al reparto, quiero detenerme para hablar de Andy Serkis. Este hombre ya demostró anteriormente lo bien que se le da poner voz y movimiento a personajes generados por ordenador (Gollum y King Kong son buenos ejemplos de ello), pero lo que hace en esta película roza lo extraordinario. Es alucinante que su César sea el personaje más creíble y que más transmita de toda la cinta, comiéndose a todos los demás, ya sean virtuales o reales. Si ya en su momento pedí el Oscar al mejor actor para WALL-E, esta vez lo pido para César, porque veo muy complicado que ningún actor de carne y hueso vaya a ofrecer una interpretación más redonda en lo que queda de año. Mención aparte merecen también, como ya he dicho antes, los efectos especiales, a mi gusto más revolucionarios que los de la sobrevalorada 'Avatar'. Si no fuera porque nuestro cerebro es incapaz de aceptar que un mono con dos metralletas pueda cabalgar a caballo, sería difícil afirmar que son personajes virtuales, porque su integración con el entorno es total y absoluta. Y también quiero destacar la banda sonora del gran Michael Giacchino (ganador de un Oscar por 'Up'), al cual, si bien no realiza uno de sus mejores trabajos, siempre es un placer escuchar.
Toco madera, pero creo que estamos viviendo buenos tiempos para los blockbusters. Siempre utilizo el Batman de Christopher Nolan como ejemplo reciente de que se puede hacer cine palomitero de calidad, y en los últimos años ya han sido varias las películas que han continuado esa senda con muy buen resultado. Es cierto que la originalidad sigue brillando por su ausencia, pero al menos se aprecian más ideas y ganas de ofrecer algo más que un entretenimiento pasajero. 'El amanecer del planeta de los simios' es otro buen ejemplo de ello. Puede que no alcance la maestría de la cinta original de Franklin J. Schaffner, pero de momento es la película del verano y una de las películas del año, que no es poco.
Mi reacción tras ver 'El amanecer del planeta de los simios':
Yo todavía no la he visto pero por lo que has dicho tiene pinta de estar bien, aunque como tu mismo dices falta originalidad, siempre sacando ideas usadas y explotándolas hasta que ya no hay de donde sacar. Muy buena tu crítica, me gusta mucho el detalle del gif ;)
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